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Hoy me he acordado de una amiga que tengo que es alérgica a la lactosa, pues siempre que nos reunimos a tomar café con algún dulce, me dice “¿Cuándo me vas hacer un bizcocho que yo pueda comer?”. Pues acordándome de esta pregunta, para ella y para vosotr@s presento esta receta.
Se trata de un bizcocho de calabacín del que os puedo asegurar que no sabe ni pizca a calabacín. Esta riquísimo y no se tarda nada en hacerlo. Además, tiene la ventaja de que los ingredientes son sencillos y los solemos tener en casa. Tomad nota:
INGREDIENTES:
— 300 g de calabacines limpios con su piel.
— 125 mml de aceite de girasol o aceite de oliva virgen extra de sabor suave.
— 200 g de azúcar.
— 250 g de harina de repostería.
— 50 g de cacao puro en polvo (tipo “Valor”).
— 1 cucharadita de levadura química (*)
— 1 cucharadita de extracto de vainilla (opcional).
— 1 pizca de sal.
PREPARACIÓN:
— Precalentamos el horno a 180º.
— Untamos un molde de hornear con mantequilla y lo espolvoreamos con harina.
— Trituramos el calabacín. Yo lo hice con la Thermomix en 5 segundos a velocidad 5.
— Mezclamos todos los ingredientes que reseñé. Si se hace con Thermomix, bastan 30 segundos a velocidad 3.
— Vertemos la masa en el molde y horneamos entre 20 – 25 minutos.
Una vez terminado, lo podéis decorar como más os guste. Yo simplemente, lo espolvoreé con azúcar glass. Probad a hacerlo, como os digo, este bizcocho tan fácil de hacer está buenísimo. A mis hijas les encantó y lo que es mejor… no notaron para nada el sabor a calabacín. Ya me contaréis vuestra experiencia.
Un saludito.
(*) La levadura
Royal lleva trazas de huevo. Lo digo porque no es apta para los alérgicos.
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